viernes, 5 de junio de 2015

Día 3 - Volando del nido

El único motivo que tengo para seguir luchando es mi propia vida, no hay nadie en la ciudad, no hay vehículos, el silencio es doloroso, demasiado doloroso.

Llevo 3 horas caminando por la gran ciudad, sigo la orilla del mar en dirección Este, pronto se terminará la ciudad y comenzarán los pueblos de pescadores, tan llenos de turistas todos los veranos y ahora... prefiero no pensar en ello.

20:00 he decidido descansar, estoy en un camping que antaño fue el lugar de peregrinación de holandeses, alemanes e ingleses en busca del sol y la tierra prometida en vacaciones, aquí no hay nadie.

Las casitas, de madera muy bien cuidada, me darán refugio esta noche, espero poder seguir mañana temprano.

El peor miedo no es morir, es no saber lo que ha sucedido y si puede sucederme a mi... no se a que me enfrento, ni siquiera se si me estoy enfrentando a algo o alguien...

Buenas noches.

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